
En todo el territorio del virreinato del Río de la Plata, los yacimientos mas importantes de metales, estaban en el Alto Peru.
El Alto Perú
Antonio de Ulloa, marino español, escribió hacia 1772 que; “ el reino de Perú es uno de los grande depósitos del mundo, donde están todos los metales: allí los hay de todas especies; de plomo, de cobre, de estaño, de azogue, de plata y oro; también están los llamados semimetales. Pero se llevan la principal inclinación los de plata y oro, como más preciosos.
La mayor parte de la producción de oro durante la época prehispánica era debido a la explotación de los ríos de montaña. Se trabajaron los yacimientos de carabaya, en la altiplanicie bolivianoperuana, en Oruro, asillo y azangaro, donde según Cieza de León; “ Los años pasados se sacaron mas de 1.700.000 pesos de oro, tan fino que subía de la ley”. Asimismo se explotaron los yacimientos del valle de Chuquiabo o de la Paz.
En cuanto a la plata, antes de la llegada de los españoles se trabajaron las minas de Porco, al sudoeste de Potosí. Sus minas son principalmente de plata roja, que los españoles llamaron cochizo o rosicler.
Antonio de Ulloa escribe que el cerro o montaña de Porco- de donde tomó el nombre y de donde “ hacían sacar los Ingas toda la plata, de que usaban para sus servicios y adornos”- fue el primero donde empezaron a trabajar los españoles luego de la conquista.
El gobernador intendente de Potosí, Juan del Pino Manrique, que en 1787 escribió: “Porco, fue la antigua cabeza del partido, residencia de los más ricos conquistadores y encomenderos, pero hoy gime en la mayor decadencia.
El mismo gobernador da noticias sobre la explotación del mineral en los pueblos de su jurisdicción. En Caysa, a doce leguas de Porco, se trabajaron minas de oro, pero hacia 1787 se hallaron perdidas; en Tomabe, con ricos minerales de plata, la escasez de agua limitaba su población; Siporo, hacienda de minas con curato, tenia sus minas “aguadas y ambancadas”, sin mas minero que el administrador de la hacienda. En el partido de Chichas, al sur de Potosí, se encontraba Talina, con “ minas de oro muy decaídas”, Tupiza, cuyo vecindario subsistía del trabajo de las minas de oro y plata, como las de Choroma y Estarca; y Chocaya, vecina de la anterior, con buenas minas pero con escasos españoles. Estos son algunas de las ciudades más importantes de donde se extraían la mayoría de los minerales, y sin lugar a duda los mas importantes.
Antonio de Ulloa, marino español, escribió hacia 1772 que; “ el reino de Perú es uno de los grande depósitos del mundo, donde están todos los metales: allí los hay de todas especies; de plomo, de cobre, de estaño, de azogue, de plata y oro; también están los llamados semimetales. Pero se llevan la principal inclinación los de plata y oro, como más preciosos.
La mayor parte de la producción de oro durante la época prehispánica era debido a la explotación de los ríos de montaña. Se trabajaron los yacimientos de carabaya, en la altiplanicie bolivianoperuana, en Oruro, asillo y azangaro, donde según Cieza de León; “ Los años pasados se sacaron mas de 1.700.000 pesos de oro, tan fino que subía de la ley”. Asimismo se explotaron los yacimientos del valle de Chuquiabo o de la Paz.
En cuanto a la plata, antes de la llegada de los españoles se trabajaron las minas de Porco, al sudoeste de Potosí. Sus minas son principalmente de plata roja, que los españoles llamaron cochizo o rosicler.
Antonio de Ulloa escribe que el cerro o montaña de Porco- de donde tomó el nombre y de donde “ hacían sacar los Ingas toda la plata, de que usaban para sus servicios y adornos”- fue el primero donde empezaron a trabajar los españoles luego de la conquista.
El gobernador intendente de Potosí, Juan del Pino Manrique, que en 1787 escribió: “Porco, fue la antigua cabeza del partido, residencia de los más ricos conquistadores y encomenderos, pero hoy gime en la mayor decadencia.
El mismo gobernador da noticias sobre la explotación del mineral en los pueblos de su jurisdicción. En Caysa, a doce leguas de Porco, se trabajaron minas de oro, pero hacia 1787 se hallaron perdidas; en Tomabe, con ricos minerales de plata, la escasez de agua limitaba su población; Siporo, hacienda de minas con curato, tenia sus minas “aguadas y ambancadas”, sin mas minero que el administrador de la hacienda. En el partido de Chichas, al sur de Potosí, se encontraba Talina, con “ minas de oro muy decaídas”, Tupiza, cuyo vecindario subsistía del trabajo de las minas de oro y plata, como las de Choroma y Estarca; y Chocaya, vecina de la anterior, con buenas minas pero con escasos españoles. Estos son algunas de las ciudades más importantes de donde se extraían la mayoría de los minerales, y sin lugar a duda los mas importantes.
Bibliografía: " Plateria Sudamerica de los siglos XVII. - XX "
UTILIDAD DE LOS MINERALES
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